Los oradores, que provenían del mundo académico, empresarial, de ONG y el arte, les transmitieron a los chicos la idea de que hay que elegir un camino, tomar los riesgos y aprender de los errores.
El primero fue Alejandro Altman, Licenciado en Educación (UBA) y Psicopedagogía (UB), quien contó que el aprendizaje que más lo marcó fue entender que uno no es lo que estudia. “Muchas veces, por presiones sociales, creemos que lo que vamos a estudiar es lo que nos va a definir como personas, y la verdad es que sólo es una parte de nosotros” recalcó, para después agregar: “Aprender no es lo mismo que estudiar, es algo más interno. Traten de hacerlo cada vez que tengan la oportunidad”.
Luego fue el turno de Sheila Graschinsky, presidenta y creadora de la Fundación Ian, organización que promueve la inclusión acercando información sobre la discapacidad a los hogares, quien destacó que: “Los trabajos y las posiciones van y vienen. Hoy podés ser cadete, mañana jefe, e ir transitando distintos caminos. Lo que siempre permanece con nosotros son los valores que adquirimos y los caminos recorridos”.
A continuación, Karen Mirkin, Licenciada en Administración de Empresas (UdeSA) y actual Business Manager en Wayra Argentina -aceleradora de Startups de Telefónica- aconsejó a los chicos que “escuchar, preguntar y relacionarse con la gente que los rodea los va a ayudar a elegir su profesión”, aclarando que “si quieren ser distintos, van a tener que seguir aprendiendo y desarrollando su curiosidad”.
En otro espacio, Uriel Aiskovich, Politólogo, emprendedor social, educador y director comunitario del Centro Hebreo Ioná, hizo hincapié en la importancia de la duda, sosteniendo que “por más que se vea como una debilidad, les recomiendo que siempre pregunten y cuestionen. Dudar es aceptar nuestra humanidad”.
Edith Grynszpancholc, presidenta de la Fundación Natalí Flexer -ONG que ayuda a niños y jóvenes con cáncer-, relató que para ella los objetivos claros y la paciencia son cuestiones fundamentales en la vida. “Es fundamental eliminar lo que a uno lo distrae”, complementó.
En la siguiente conferencia, el consultor en tecnología y estrategia Ezequiel Sporn aseguró: “El camino no siempre es lineal, a veces hay que tomar riesgos y podemos equivocarnos”. En otro fragmento de su charla, siguiendo la línea de Altman, afirmó: “Me parece importante definirnos por un propósito y no por un título”. Y añadió: “Más allá de las carreras y los cursos, uno se queda con las experiencias”.
Matias Scheines, Alumni ORT, músico y miembro estable del espectáculo humorístico de Roberto Moldavsky, expresó la importancia de combinar conocimientos y experiencias. “Todo se puede mezclar, todo se retroalimenta entre sí. En mi caso particular, tocar varios instrumentos me hace escribir mejores arreglos musicales o composiciones, y escribir me hace tocar mejor, porque sé muy bien que necesita cada una de las dos partes”. Luego resaltó: “Esto se da en todos los órdenes, cualquier disciplina se retroalimenta de otra. No creo que cambiar de carrera e ir probando esté mal. Dudar y explorar no es tiempo perdido, es experiencia ganada”.
Al finalizar la jornada, Iris Rubaja, Licenciada en Publicidad y terapeuta en procesos de indagación personal, conversó con los alumnos acerca de la importancia de decidir en base a la introspección. “Muchas veces estamos llenos de mandatos, pero si podemos tomar conciencia y pararnos con la responsabilidad de decir: lo que siento hoy, lo que me guía ¿tiene corazón?, si la respuestas es positiva, entonces es por ahí”, afirmó.
La organización de este tipo de actividades a lo largo de todo el año demuestra el compromiso que tiene el Programa de Orientación Vocacional de nuestra Escuela con el futuro profesional de los alumnos y futuros egresados de ORT Argentina.