Con el objetivo de fortalecer el aprendizaje de la lengua inglesa en diferentes contextos, doscientos estudiantes de 3er año de ambas sedes viajaron quince días a Londres, donde interactuaron permanentemente con docentes nativos y alumnos de diversas partes del mundo.

La experiencia, promovida por la coordinación del Departamento de Inglés, buscó potenciar las habilidades y competencias lingüísticas de los chicos, fomentando su desarrollo y las capacidades para adquirir nuevas herramientas a la hora de relacionarse con su entorno. 

Los alumnos pudieron disfrutar de un viaje único que, como ellos mismos afirmaron, ¡estuvo bárbaro! “La verdad es que todos queremos volver. Aprendimos inglés y además pudimos recorrer la ciudad y conocer un montón de lugares. Estoy muy agradecida por esta oportunidad”, sostuvo la estudiante Julieta Levi.

Cada mañana, los alumnos asistieron a clases según su nivelación. Por las tardes y noches visitaron centros culturales, lugares turísticos y disfrutaron de dos prestigiosos musicales: “The Phantom of the Opera” y “Motown”. Durante las dos semanas repletas de actividades hubo una constante: los jóvenes practicaron en todo momento el idioma inglés.

“Cada vez que veo los libros o discos que compré en Londres se me vienen a la mente un montón de momentos preciosos: las pinturas hermosas del National Gallery, las momias del British Museum, las calles de Notting Hill. Me resulta increíble pensar que estuve en Cambridge, que vi el Big Ben, que me subí al London Eye, que caminé por Oxford Street”, dijo maravillado Martín Fradkin, quien aseguró haber mejorado su pronunciación y fluidez.

Los chicos contaron que además de haber adquirido nuevas herramientas y potenciado sus conocimientos, el camino recorrido les sirvió para madurar y ser más responsables. “Vivir en una universidad, estar solo en un dormitorio, tener que despertarme por mi cuenta y ser independiente fue una experiencia buenísima. Me gustó muchísimo y lo extraño bastante. Fue un viaje inolvidable, si pudiera repetirlo ya estaría en la terminal A de Ezeiza”, expresó Lolo Belluscio.

En sintonía con Lolo, Pedro Ferraro habló sobre el gran grupo de amigos que hizo y las experiencias compartidas: “Fue el mejor viaje del mundo. La pasé muy bien, disfruté de todas las actividades que hicimos. Se formó un equipo muy lindo, no nos conocíamos y terminamos siendo re amigos”, explicó emocionado.

Por su parte, los padres de los alumnos también se mostraron muy contentos con el programa y con la institución por todos los esfuerzos realizados para que resultara un verdadero éxito.

“Queremos agradecerles por brindarle a nuestra hija la oportunidad de participar de este excelente viaje. Mil gracias a ORT y a todos sus docentes por promover tan hermosa experiencia. Todo fue impecable: la organización, la enseñanza, las vivencias compartidas, los lugares visitados y la calidez con la que fueron tratados los chicos”, dijo Celia Mamud, madre de Micaela Sara Cohen.

Alejandra Lewosik, mamá de Gastón Frenkel, fue otras de las agradecidas: “Sé que sin ayuda de ORT y de las personas que la integran hubiera sido imposible que este sueño se concretara. ¡Un abrazo a todos!”.  

 

Los docentes cuentan su experiencia

 

Los educadores que acompañaron a los alumnos en esta travesía se mostraron emocionados y orgullosos por los logros obtenidos. Aseguraron que se trató de un arduo trabajo pedagógico, pero por sobre todo destacaron la importancia de los nuevos lazos construidos, en un marco de respeto y absoluto compañerismo.

“Fue una vivencia hermosa, se generó un vínculo muy lindo con los chicos y siento que crecieron y aprendieron a independizarse. Ahora me cuentan que se ponen sus propias alarmas para levantarse y que sienten que la pronunciación les mejoró notablemente”, explicó Stephanie Wisniacki, Asistente de Coordinación de Inglés.

 La profesora María Alejandra Ruggiero coincidió con Stephanie, al tiempo que aseguró que “los chicos pudieron abrirse, perder la timidez y crear vínculos, tanto con sus compañeros como con la sociedad en general”.

“Además de la parte académica, para muchos fue la primera vez que viajaron en avión o salieron del país. Fue una experiencia totalmente enriquecedora desde todos los ángulos desde donde se la mire”, sostuvo Fernando Lirosi, Coordinador de los alumnos de 1er. año de sede Belgrano.

Para terminar, Mariano González Slaibe, profesor de Educación Física,  aseguró que se trató de una práctica superadora y destacó: “Durante los quince días los estudiantes de ambas sedes se unieron, dejando atrás las distancias, y todos parecían ser compañeros de un mismo curso. Se generaron muchísimas amistades y eso me parece algo buenísimo”.

Fecha: 2/3/2018 | Creado por: Brenda
Categoria: News