Apasionados por su profesión, orgullosos de su identidad y en busca de reivindicar nuestras raíces, nos visitaron los artistas Charo Bogarín y Diego Pérez, miembros del dúo Tonolec. El grupo, claro ejemplo de cómo a través de la música se pueden construir puentes entre lo ancestral y lo moderno, es catalogado como la nueva tendencia del folklore, debido al respeto que mantiene por el espíritu de los pueblos originarios y la identidad musical de nuestro país.

Con motivo de la conmemoración del “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”, los invitados brindaron una interesante charla para los alumnos contando cómo, desde hace más de una década, fusionan los cantos transmitidos por los ancianos tobas y los coros de niños de las comunidades mbya guaraní con la música electrónica.

El dúo abrió el encuentro explicando de qué manera comenzaron a trabajar juntos, ganaron un concurso en el canal MTV y viajaron a España, presentando las cinco únicas canciones que tenían como repertorio hasta ese momento. “Hacía ocho meses que nos conocíamos, no éramos un grupo consolidado todavía, habíamos pasado del Chaco a Europa sin escalas y nos encontrábamos cantando pop y electrónica. Fue ahí cuando nos dimos cuenta de que no estábamos mostrando nuestras raíces al mundo”, contó Bogarín, bailarina y periodista de profesión.

Desde entonces los artistas comenzaron a cuestionarse y a pensar en cómo podían hacer para transmitir sus orígenes de una manera audaz e innovadora. “Durante cinco años emprendimos un largo proceso, una transformación personal. Recorrimos el país y visitamos las comunidades Qom, Mapuche y Guaraní. Queríamos aprender de ellas, tener sus influencias, pero no a través de Internet o un manual, sino desde las vivencias, los momentos compartidos, las experiencias transitadas”, dijo Pérez, quien despliega sobre el escenario su versatilidad acompañado de samplers, secuencias electrónicas, guitarra y teclados.

Deslumbrando al auditorio con su simpatía y talento, los invitados explicaron en qué consistió el encuentro con aquellos pueblos originarios. “Aprendimos más allá de las formas musicales, nos enseñaron una filosofía de vida, otra manera de pensar. Nos impartieron el respeto por la naturaleza, su cuidado, la importancia de los silencios, la observación, la admiración por el paisaje, escuchar en lugar de hablar”, expresaron emocionados.  

El dúo aseguró que la suya no es una misión quijotesca, ni tiene el objetivo de salvar a los pueblos originarios, sino más bien gritarle al mundo que están vivos, no sólo presentes en los museos, y que poseen una inmensa riqueza cultural por descubrir. “Una vez, una de las mujeres más ancianas de la comunidad Qom nos dijo que los chicos no se sentían contentos de pertenecer al grupo, hasta que vieron cómo a través de Tonolec su cultura había comenzado a ser tenida en cuenta por los otros, y desde entonces estaban muy felices”, contó Pérez.   

Durante la charla, los músicos compartieron el tráiler de su película “El canto del tiempo”, que aún no se encuentra terminada, pero que refleja sus vivencias con los pueblos originarios e intenta transmitir la importancia del legado.

Además, respondieron a las más diversas consultas, repasando sus primeros tiempos como artistas, la transformación que sufrieron a lo largo de los años y los sentimientos que involucraron en este proyecto que lleva el nombre de “una lechucita de plumaje pardo que canta por las noches en los campos chaqueños”, como explicó con dulzura Bogarín.

La presentación del dúo formó parte del Programa de Música de ORT, el cual busca incorporar el arte del sonido y la música en actividades tanto curriculares como extracurriculares e identificar en este campo aquellos valores que posibilitan a nuestros alumnos la inclusión en la sociedad como protagonistas y constructores de la misma.

Al cierre del encuentro, Tonolec deleitó al público con "So cayolec”, canción infantil que se llevó todos los aplausos.

Fecha: 11/10/2017 | Creado por: Lionel Demian
Categoria: Noticias
Etiquetas: novedades, ort