La Nube de Libros, que ya funciona en Brasil y ahora desembarca en la Argentina, ofrece títulos de literatura y filosofía seleccionados por escritores, además de contenidos educativos
ibro digital o libro impreso en papel, la eterna discusión sobre el soporte que sobrevivirá en la transmisión de la palabra escrita envejece ante otros varios desafíos que generó la circulación masiva de textos en las redes virtuales. Entre ellos, la necesidad de los lectores de poder acceder y seleccionar el material que buscan en el ancho océano de ofertas que da la Red, la preocupación de los educadores por los modos en que puede ser utilizada Internet como herramienta o la encrucijada de editores y autores en el esfuerzo por dar a conocer su producción sin que se perjudiquen sus derechos.
Infinidad de proyectos se suman a la carrera por alcanzar la utopía de construir la "biblioteca universal": librerías virtuales como Amazon; bibliotecas virtuales como la inglesa Proyecto Gutenberg, la española cervantesvirtual.com o Gallica, de la Biblioteca Nacional de Francia, que ofrecen sobre todo material de dominio público (aquellos libros cuyos derechos de autor vencieron), o el motor de búsqueda de Google, que combina el acceso a librerías y bibliotecas. El intento de unificar estas ofertas y brindar al lector material de lectura de calidad, a bajo costo, de un modo sencillo y que proteja los intereses de los autores y editores fue el objetivo que inspiró La Nube de Libros, una biblioteca virtual multiplataforma creada por el grupo brasileño Gol Mobile. La iniciativa, que ya lleva cuatro años desde su desarrollo en Brasil asociada a 74 editoriales (entre otras, Planeta y Santillana), cuenta con su versión española y planea extenderse a Rusia, la India y América latina.
A diferencia de las librerías virtuales convencionales, La Nube de Libros no requiere bajar el material de lectura. Todo el contenido está disponible en un servidor online al que se puede acceder desde diversos dispositivos electrónicos como computadoras, tablets y smartphones mediante una clave telefónica que se obtiene por el pago de un dólar semanal, con un período de siete días de prueba gratuitos. Al ingresar, el usuario construye su avatar y define sus intereses, con la ayuda de un robot anfitrión que oficia de buscador y guía a través de la página. En la pantalla de inicio, el lector accede a un estante personal en el que deposita las lecturas que ha elegido. La página personal incluye una selección de libros recomendados por la biblioteca según los intereses del usuario, una sección de novedades editoriales y el acceso a salas temáticas de discusión y comunicación con las redes sociales. La pantalla de lectura, preparada para los sistemas iSO, Android y Windows 8, ofrece una visualización muy similar a la del libro impreso. Los textos no se pueden copiar ni imprimir, pero se dispone de la posibilidad de marcar las páginas y tomar notas en una libreta de apuntes.
El acervo de La Nube de Libros cuenta ya con una vasta colección de clásicos literarios de dominio público (por ejemplo, obras de Franz Kafka, Thomas Mann, Henry James, o filosóficas, como títulos de Hegel o Hume), además de enciclopedias, mapas, diccionarios y libros de consulta. El material ingresado en el servidor no es de selección abierta, como en un buscador, sino que está discriminado por un curador por región (en Brasil, el escritor Antônio Torres, ganador del premio Machado de Assis de la Academia Brasileña de Letras), que fiscaliza la calidad de los textos. Las novedades editoriales, en cambio, deben ser compradas en una librería virtual convencional dentro de la página, pero una de las innovaciones más interesantes de esta plataforma es que los editores pueden subir al servidor la totalidad de su fondo de publicaciones, de modo que los libros que hayan cumplido su breve período de circulación en las librerías continúen disponibles online para el lector mediante el pago semanal.
Además de la oferta para el público general, La Nube de Libros desarrolló un proyecto de distribución y monitoreo de contenidos para enseñanza básica, media y universitaria, mediante convenios con organismos educativos. La plataforma ofrece salas para docentes y de refuerzo escolar, donde los educadores pueden recomendar material de consulta a los alumnos y controlar el tiempo que éstos le dedican. En esta área, La Nube de Libros no sólo incluye material impreso sino también clases interactivas, videos y visitas guiadas a pinacotecas, centros culturales y museos de todo el mundo como el Louvre, el Reina Sofía o el Museo del Vaticano.
La ambiciosa propuesta comenzó su expansión a América latina, que tendrá su punto de partida y su base en Buenos Aires. En el mercado local, La Nube de Libros planea trabajar con cuarenta editoriales. Las conversaciones comenzaron en la presentación que el director del proyecto, Jonas Suassuna, realizó en un hotel metropolitano, donde pudo verse a algunos editores de las más importantes empresas argentinas. Según las palabras de Suassuna, en conversación con adn cultura, el proyecto nació del cruce entre la necesidad de supervivencia de los editores y el enorme pasivo social que sufre América latina en la circulación de la cultura. "El mundo digital permite construir algo nunca hecho a partir de una simple idea. La gente siempre espera que estos proyectos sean llevados a cabo en Europa o en Estados Unidos, pero ¿por qué no podemos hacerlo los latinoamericanos? La verdadera democratización es acercar a un público masivo los libros de calidad que se distribuyen por un pago muy económico."