Lag Ba'omer - ל"ג בעומר En Israel, meses antes de la llegada del festival de Lag B’Omer –el día 33 del Omer, los 49 días que hay entre Pesaj y Shavuot— uno puede ver a niños y adolescentes llevando a las rastras todo tipo de combustibles, desde árboles caídos a sillas rotas y colchones viejos. ¿Su destino? El terreno baldío más cercano, en donde apilan sus “atesoradas posesiones” hasta alturas imposibles y esperan con mucha ansiedad hasta la noche de Lag B’Omer, muy posiblemente su noche favorita del año, en la que convierten estas pilas de desechos en enormes fogatas.
Entonces Hamán le dijo al rey Ajashverosh: "Hay una cierta nación dispersa y difundida entre las naciones, en todos los países de tu reino. Sus leyes son diferentes a las leyes de las otras naciones. Ellos no siguen las leyes del rey; por lo que no conviene para el rey dejarles con vida. Si le complace al rey, que se escriba una ley que ellos sean destruidos...Así el rey se quitó su anillo el cual tenía impreso el sello real en él y se lo dio a Hamán".(Libro de Ester III, 8-10)
“Y habló el Eterno a Moshé diciendo: El décimo día de este séptimo mes es Iom Hakipurim, habrá convocación sagrada para vosotros y afligiréis vuestras almas… Ninguna labor haréis en ese mismo día, porque es el día de Iom Hakipurim… Shabat Shabaton es él para vosotros y afligiréis vuestras almas, el nueve del mes por la tarde, de tarde a tarde…” Vaikrá, Levítico, XXIII: 26-32
TZEDAKÁ significa justicia social y solidaridad, representa uno de los valores esenciales del judaísmo. Es la restitución del derecho de un semejante a vivir con dignidad. Es una mitzvá a través de la cual se adquiere mérito, felicidad y paz espiritual. Desde este punto de vista se entiende que quien ayuda al otro, se está ayudando a sí mismo
“En los largos años que ocupó el exilio en la historia, Tishá Beav se transformó en una fecha en la que los judíos conmemoraron no sólo la destrucción de los dos Templos en el lejano pasado, sino que agregaron a ese significado la realidad de un presente de continuos períodos de vida como pueblo exiliado de su Tierra, disperso entre otros pueblos, esclavo de ellos, y falto de elementos de independencia y libertad” Yeshaiahu Leibowitz, Conversaciones sobre las festividades y conmemoraciones de Israel, 1999.